Testimonio: Lorena Ojeda Díaz
Bióloga en Gestión de Recursos Naturales (Universidad Católica de Temuco). Magister en Geografía (Universidad de Chile)
Fue en el año 1993. Salía de Octavo Básico en mi escuela de siempre, la querida F-496 de Pichi Cautín, después nombrada Javiera Carrera. Habíamos varios alumnos destacados, pero por fortuna fui yo la nominada para postular a la Beca del Circulo de los Once. Agradezco especialmente a don Rafael Lanyon, entonces director de la escuela, esta oportunidad porque me cambio la vida. También a la señora Lucy Cerda, que fue mi tutora por muchos años.
¿Cómo una beca de estudios puede ser tan determinante en la vida de una niña de una población de Temuco? Fue algo que descubrí con los años. Y valoro profundamente haber sido la afortunada en tener esta beca.
En el proceso de selección, fue una delegación de socios del Círculo a mi casa. Allí me visitaron, conversaron con mi abuelita que es mi segunda madre, y nos explicaron la importancia de la Beca y cómo hacer para conservarla. Esa era una frase que, desde entonces, siempre oí de los labios de cada socio y socia: Estudiar, solo estudiar. Después no recuerdo como me avisaron que estaba seleccionada, ha pasado mucho tiempo…pero lo supe y partí a mi primera reunión sabatina en la sede del Círculo, allá en calle San Martin.
Fue desde el principio un acompañamiento constante. Llegue a mi primera reunión un sábado caluroso de diciembre. Me asignaron una tutora que sería la persona a quien yo visitaría al menos una vez al mes, para contarle mis novedades y si tenía algún inconveniente. También y muy importante era informarle acerca de mi rendimiento en el liceo (y luego en la Universidad). En esa primera reunión también se preparaba todo para marzo, cuando entraría al liceo. Se nos citaría unos
días antes de entrar a clases para ir a comprar el uniforme completo, zapatos, una parka, un bolso, zapatillas y un buzo. Una vez en el liceo cuando se nos entregara la lista de útiles escolares, también habría un día para ir a una librería del centro de Temuco para despachar esa lista. Igualmente se nos explicó que cada primer sábado del mes habría reunión allí mismo, siempre comenzando a las 15.00 horas. En esas reuniones había un momento exclusivo para cada uno de los pupilos, donde entregábamos la hoja de visita a nuestros tutores y conversábamos acerca de nuestro rendimiento
En esa primera reunión también conocí al resto de los pupilos y pupilas, algunos pajaritos nuevos como yo, y otros que ya llevaban años con la Beca. Durante mi trayectoria en el Círculo la relación con algunas compañeras fue muy buena y hasta ahora nos mantenemos en contacto.
Así pasaron mis años de liceo y posteriormente de universidad, constantemente acompañada por mi apoderada, y en las reuniones mensuales con los socios de la Comisión de Educación que nos dieron todo su apoyo siempre, así que por eso, muchas gracias a ellos. Por supuesto una mención especial a las Damas del Circulo que nos esperaban con una once para amenizar la reunión.
Algo que también tuvimos fue ayuda en cuanto a atención oftalmológica si necesitábamos lentes y la loable labor del Dr. Campos, dentista, que nos atendió durante años. Mis agradecimientos para él.
También debo mencionar a dos socios muy cercanos a nosotros sobre todo en la etapa del liceo, a quienes recuerdo con mucho cariño. Ellos ya partieron a la otra tierra, donde deben estar muy bien ya que sembraron con amor y obtuvieron buenos frutos. Se trata de don José , quien siempre tuvo un buen consejo, una sonrisa y un ¡animo! para continuar. Lo mismo la Señora Isabel, muy amorosa y siempre dispuesta a colaborarnos en lo que fuera. En ellos quiero reflejar también mis agradecimientos y reconocimiento a cada una y uno de las socias y socios, tanto presentes como a quienes ya partieron, por su dedicación y cariño hacia nosotros.
Una vez titulada de mi carrera, tuve la oportunidad de apoyar la labor del Círculo junto a otras compañeras, experiencia que fue muy enriquecedora, aunque corta ya que ahora me encuentro fuera de Temuco, por lo que mi ayuda es menor aunque siempre estoy conectada con lo que pasa.
Quisiera saludar a mis compañeros y compañeras del Círculo, a quienes terminaron sus estudios y a quienes no pudieron, a quienes volvieron para apoyar la labor, o para saludar en las fechas importantes como el aniversario, y a quienes aún no dan noticia alguna ( Pienso que nunca es tarde para agradecer la oportunidad que nos dieron de salir adelante).
Deseo una larga vida al Circulo de los Once, siempre empeñados en apoyar la educación de niñas y niños en Temuco.